20 Ago 308 partidos
El fútbol y sus casualidades.
No creo en el destino, ni creo que todo lo que sucede puede estar determinado de antemano, rechazo la idea de que el futuro te será dado con independencia de lo que tú propongas. Me gusta creer que cuanto mayor es la dedicación, el esfuerzo, el cariño con el que buscas tus objetivos, más probabilidades tienes de alcanzarlos.
Sin embargo, no soy ajeno a la superstición. Así cada vez que llego a un vestuario trato de sentarme en el mismo lugar si mi experiencia pasada en ese campo fue positiva o en el lado opuesto si los recuerdos son negativos, salto al campo con una u otra pierna según sea nuestra trayectoria reciente y percibo buenos o malos sentimientos cuando se acercan enfrentamientos cruciales en función de experiencias pasadas en similares circunstancias.
El fútbol me ha ido mostrando que hay momentos, experiencias que vuelven y se repiten, quizá sea mi memoria selectiva, aunque creo que el balón nos va llevando de casualidad en casualidad.
Así se fueron sumando casualidades para que mi primer partido en la vuelta a la liga con el CD Mirandés, sea también mi primer partido en Mendizorroza postpandemia y a la vez la primera vez que me enfrentaba a mi querido D. Alavés tras mi paso por el club.
Desde aquí quiero agradecer el cariño que he recibido desde el club y desde la grada, convirtiendo este partido en uno de esos momentos que recordaré siempre con una sonrisa.