Serrano, Pedro Riesco, Azkoitia … y yo.

Min 94 de partido, Jony logra un córner. Me acerco a Lagu y le pregunto:

“¿Dónde voy?”

-Tú, al primero.

Decía la historia que el Deportivo Alavés llevaba 87 años sin vencer al Real Madrid en la competición liguera.

No lo sabía, sin embargo, recuerdo como si fuera ayer una fría noche copera de Enero del 98, cuando detrás de la valla de «la General», vi como  Manolo Serrano recibió un balón de Ibón Begoña y sin controlarlo, con su diestra, lo envió al fondo de la portería de Cervantes, esa noche defendida por el internacional alemán Bodo Illgner.

Al día siguiente en el colegio,  todos marcábamos el gol de Serrano.

Una semana más tarde era Pedro Riesco el que marcaba en el Santiago Bernabéu en un partido que finalizó 2-1, eliminando al todopoderoso Real Madrid, en el transcurso de una temporada inolvidable que finalizaría con un inesperado ascenso a primera división 42 años después.

De nuevo en el Bernabéu, a la salida de un corner, era Jorge Azkoitia, el que dos años después, daba al Deportivo Alavés su última victoria liguera frente al gigante blanco.  Hasta el sábado.

Goles que recuerdas para siempre. 

Sabes dónde estabas, con quién estabas, y cómo lo celebraste.

Tras el decepcionante, desordenado y frustrante partido de la semana anterior frente al Levante UD, el constante cambio de emociones que es este deporte, nos deparaba uno de esos momentos.

El fútbol tenía guardado un regalo para mi.

GOL.

Carreras, abrazos, sonrisas, besos… en el campo y en la grada.

Sólo tres puntos. Pero sin embargo una  victoria que llenó de alegría y orgullo a toda una afición.

Porque vivimos nuestro equipo, para poder disfrutar de momentos como este.